No con el servicio de la vista, como los hombres complacientes; sino como siervos de Cristo, (9) haciendo la voluntad de Dios de corazón;

(9) Para cortar la ocasión de todas las pretensiones, nos enseña que es la voluntad de Dios que algunos nazcan o se hagan siervos, y por lo tanto deben respetar la voluntad de Dios aunque su servicio sea muy duro.

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