Por tanto, (1) hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren al (a) Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra (b) profesión, Cristo Jesús;

(1) Habiendo puesto el fundamento, es decir, declarado y probado las dos naturalezas de un solo Cristo, le da tres oficios, es decir, el oficio de Profeta, Rey y Sacerdote, y con respecto al oficio de enseñar y gobernar. , lo compara con Moisés y Josué de (Hebreos 3: 1-4: 14), y con Aarón en cuanto al sacerdocio. Propone aquello de lo que se propone hablar, con grave exhortación, a que toda nuestra fe se dirija hacia Cristo, como único maestro, gobernador y sumo sacerdote eterno.

(a) El embajador o mensajero, como en ( Romanos 15:8 ) se le llama ministro de la circuncisión.

(b) De la doctrina del evangelio que profesamos.

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