El SEÑOR dijo: (m) Verdaderamente le irá bien a tu remanente; de cierto haré que el enemigo te ruegue [bien] en el tiempo del mal y en el tiempo de la aflicción.

(m) En esta perplejidad, el Señor me consoló y dijo que mis últimos días serían tranquilos; y por enemigo se refiere aquí a Nabuzaradán, capitán de Nabucodonosor, quien le dio a Jeremías la opción de permanecer en su país o ir a donde él haría; o por enemigo se refiere a los judíos, quienes más tarde conocerían la fidelidad de Jeremías y, por lo tanto, lo favorecerían.

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