(9) Pero vosotros no creéis, (i) porque no sois de mis ovejas, como os dije.

(9) No es de extrañar que solo unos pocos crean, ya que todos los hombres son por naturaleza bestias indomables; sin embargo, Dios tiene lo suyo, que convierte en ovejas, y las confía a su Hijo, y las protege de la crueldad de todas las bestias salvajes.

(i) Da una razón por la que no creen, es decir, porque no son sus ovejas.

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