Pero no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os dije.

Ver. 26. No creéis, porque no sois, etc. ] Los reprobados no pueden creer, sí, no pueden dejar de resistir las ofertas externas de la gracia de Dios. La palabra, los sacramentos y todos los favores temporales comunes de Dios se les comunican, con respecto a la participación externa, únicamente por vía de concomitancia, porque están entremezclados con los elegidos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad