Y se puso un vaso lleno de vinagre, y llenaron un jugo de vinagre, lo pusieron en hisopo y se lo llevaron a la boca.

(c) Galatinus testifica del libro llamado Sanedrín que los judíos a menudo daban a beber a los ejecutados vinagre mezclado con incienso, para hacerlos algo delirantes: así los judíos proveían caritativamente para la conciencia de los hombres pobres que eran ejecutados.

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