Y no busquéis qué comeréis o qué beberéis, ni (i) sea dudoso.

(i) Una metáfora tomada de las cosas que cuelgan en el aire, para aquellos que se preocupan demasiado por esta vida mundana y dependen del brazo del hombre, siempre tienen mentes vacilantes y dudosas, balanceándose a veces de esta manera y a veces de esa manera.

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