(4) Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.

(4) En el verdadero arrepentimiento hay una conciencia de nuestros pecados, junto con el dolor y la vergüenza, y de esto surge una confesión, después de la cual sigue el perdón.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad