(5) Y llamó a sus diez siervos, y les entregó diez libras, y les dijo: Ocupad hasta que yo venga.

(5) Hay tres clases de hombres en la Iglesia: la única que cae de Cristo a quien no ven; los otros, de acuerdo con la posición que les ha sido dada por Dios, otorgan los dones que han recibido de Dios para su gloria, con gran esfuerzo y diligencia; el tercero vive ociosamente y no hace ningún bien. En cuanto a los primeros, el Señor cuando venga los castigará con justicia en su tiempo; al segundo bendecirá según los dolores que hayan sufrido; y a los perezosos y ociosos, los castigará como a los primeros.

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