(11) para que venga sobre ti toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías hijo de (y) Baraquías, a quien matasteis entre el templo y el altar.

(11) El castigo de los que persiguen el evangelio, con el pretexto de celo.

(y) De Joiada, que también se llamaba Baraj-jah, es decir, bendito del Señor.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad