(6) Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. (7) Que (d) cada uno esté plenamente persuadido en su propia mente.

(6) Otro ejemplo de la diferencia de días según la ley. (7) Contra este desprecio, y los juicios apresurados o apresurados, un deseo continuo de lucrar, para que los fuertes puedan ser ciertamente persuadidos de su libertad, de qué manera y clase es, y cómo deben usarla: y otra vez los débiles pueden aprovechar cada día, para no abusar del don de Dios, ni agradarse a sí mismos en su debilidad.

(d) Para que diga en su conciencia que sabe y es persuadido por Jesucristo, que nada es inmundo en sí mismo; y esta persuasión debe basarse en la palabra de Dios.

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