(8) ¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? Dios no lo quiera.

(8) Estar bajo la ley y bajo el pecado significa lo mismo, con respecto a los que no son santificados, y por otro lado estar bajo la gracia y la justicia está en armonía con los que son regenerados. Ahora bien, estos son contrarios, de modo que uno no puede estar de acuerdo con el otro: por tanto, deje que la justicia elimine el pecado.

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