(7) Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; porque no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

(7) Él concede que el pecado aún no está tan muerto en nosotros como para que esté completamente extinguido: pero promete la victoria a los que contienden con valentía, porque tenemos la gracia de Dios que se nos ha dado, la cual obra para que la ley no esté ahora en vigencia. nosotros el poder e instrumento del pecado.

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