Pueden obedecer estas exhortaciones, porque el pecado ya no será su tirano, ya que no están bajo la ley, sino bajo la gracia. No es la contención, sino la inspiración, lo que libera del pecado: no es el Monte Sinaí sino el Monte Calvario el que hace santos. Pero esta misma forma de expresar la verdad (que se ampliará en los capítulos 7 y 8) parece plantear la vieja dificultad de Romanos 3:8 ; Romanos 6:1 nuevo. El Apóstol mismo lo afirma, y ​​procede a una refutación final.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento