Si Moisés se refiere aquí como el rey de Jesurún, podemos admirar la modestia del hombre. Nunca asumió el título él mismo; él no fingió ser llamado así; y parecía no estar ansioso por preservar su nombre en la tierra. Porque nunca oímos de los hijos de Moisés, sino de los hijos de Aarón.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad