Es digno de la mayor atención del lector, la frecuencia con la que durante este relato se habla de la aparición de un hombre. ¿Fue, (porque solo hago la pregunta, y no pretendo decidir), conducir al Profeta, y a la Iglesia por el ministerio del Profeta, a la contemplación de la asunción de nuestra naturaleza en la Deidad? Sabiendo la importancia infinita de la cosa misma, que la unión de la Deidad con la Humanidad era el gran consuelo de la Iglesia, por todos los medios y en cada representación se revelará la bendita doctrina.

Fue, y ha sido desde la eternidad, el deleite del Hijo de Dios casarse con nuestra naturaleza, para los grandes propósitos incluidos en ella, y por lo tanto, la Iglesia será consolada durante su exilio en estos bosquejos de redención. ¡Precioso Jesús! ¿Fue así como te complació manifestarte en esas edades tempranas, para mostrar tu amor a tu pueblo?

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