Al comparar este versículo con lo que el profeta Isaías predijo de Jesús, se arroja una hermosa luz sobre ambas escrituras, y nos lleva a ver a quién se refieren ambas. En uno se habla de Jesús, bajo el espíritu de profecía, como orando para ser guardado y escondido; y en el otro, como de lo hecho, cuando dice: El Señor me llamó desde el vientre; y en la sombra de su mano me escondió. Isaías 49:1 .

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