• Eclesiastés 3:16

    Además, he visto debajo del sol que en el lugar del derecho allí está la impiedad, y que en el lugar de la justicia allí está la impiedad.

  • Eclesiastés 3:17

    Y yo dije en mi corazón: “Tanto al justo como al impío los juzgará Dios, porque hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace”.

  • Eclesiastés 3:18

    Yo dije en mi corazón, con respecto a los hijos del hombre, que Dios los ha probado para que vean que ellos de por sí son animales.

  • Eclesiastés 3:19

    Porque lo que ocurre con los hijos del hombre y lo que ocurre con los animales es lo mismo: Como es la muerte de estos, así es la muerte de aquellos. Todos tienen un mismo aliento; el hombre no tiene ventaja sobre los animales porque todo es vanidad.

  • Eclesiastés 3:20

    Todo va al mismo lugar; todo es hecho del polvo y todo volverá al mismo polvo.

  • Eclesiastés 3:21

    ¿Quién sabe si el espíritu del hombre sube arriba, y si el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?

  • Eclesiastés 3:22

    Así que he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en sus obras, porque esa es su porción. Pues, ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?

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