• Gálatas 3:11

    Desde luego, es evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque el justo vivirá por la fe.

  • Gálatas 3:12

    Ahora bien, la ley no se basa en la fe; al contrario, el que hace estas cosas vivirá por ellas.

  • Gálatas 3:13

    Cristo nos redimió de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),

  • Gálatas 3:14

    para que la bendición de Abraham llegara por Cristo Jesús a los gentiles, a fin de que recibamos la promesa del Espíritu por medio de la fe.

  • Gálatas 3:15

    Hermanos, hablo en términos humanos: Aunque un pacto sea de hombres, una vez ratificado, nadie lo cancela ni le añade.

  • Gálatas 3:16

    Ahora bien, las promesas a Abraham fueron pronunciadas también a su descendencia. No dice: “y a los descendientes”, como refiriéndose a muchos, sino a uno solo: y a tu descendencia, que es Cristo.

  • Gálatas 3:17

    Esto, pues, digo: El pacto confirmado antes por Dios no lo abroga la ley, que vino cuatrocientos treinta años después, para invalidar la promesa.

  • Gálatas 3:18

    Porque si la herencia fuera por la ley ya no sería por la promesa; pero a Abraham Dios le ha dado gratuitamente la herencia por medio de una promesa.

  • Gálatas 3:19

    Entonces, ¿para qué existe la ley? Fue dada por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien había sido hecha la promesa. Y esta ley fue promulgada por medio de ángeles, por mano de un mediador.

Continúa después de la publicidad