• Génesis 35:3

    Levantémonos y subamos a Betel; allí haré un altar a Dios, que me respondió en el día de mi angustia y ha estado conmigo en el camino que he andado.

  • Génesis 35:4

    Así entregaron a Jacob todos los dioses extraños que tenían en su poder, y los aretes de sus orejas, y Jacob los escondió al pie de la encina que había junto a Siquem.

  • Génesis 35:5

    Cuando partieron, el terror de Dios se apoderó de los habitantes de las ciudades de sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob.

  • Génesis 35:6

    Jacob y toda la gente que lo acompañaba llegaron a Luz, es decir, a Betel, en la tierra de Canaán,

  • Génesis 35:7

    y allí edificó un altar. Llamó al lugar El-betel, porque allí se le había revelado Dios cuando huía de su hermano.

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