• Hechos 26:2

    — Me tengo por dichoso que haya de exponer hoy mi defensa delante de ti, oh rey Agripa, acerca de todas las cosas de las que soy acusado por los judíos;

  • Hechos 26:3

    mayormente por ser tú conocedor de todas las costumbres y cuestiones de los judíos. Por lo tanto, te ruego que me escuches con paciencia.

  • Hechos 26:4

    »Mi manera de vivir, desde mi juventud, la cual pasé desde el comienzo entre los de mi nación en Jerusalén, la conocen todos los judíos.

  • Hechos 26:5

    Ellos me conocen desde antes, si quisieran testificarlo, que conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión viví como fariseo.

  • Hechos 26:6

    Y ahora soy sometido a juicio por la esperanza de la promesa que Dios hizo a nuestros padres,

  • Hechos 26:7

    promesa que esperan alcanzar nuestras doce tribus sirviendo constantemente día y noche. ¡Por la misma esperanza soy acusado por los judíos, oh rey!

  • Hechos 26:8

    ¿Por qué se juzga increíble entre ustedes que Dios resucite a los muertos?

  • Hechos 26:9

    »Pues yo, a la verdad, había pensado que debía hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret;

  • Hechos 26:10

    y esto hice en Jerusalén. Habiendo recibido autorización de los principales sacerdotes, yo encerré en cárceles a muchos de los santos; y cuando les mataban, yo di mi voto contra ellos.

  • Hechos 26:11

    Muchas veces, castigándoles en todas las sinagogas, procuraba obligarles a blasfemar; y enfurecido en extremo contra ellos, los perseguía hasta en las ciudades extranjeras.

  • Hechos 26:12

    »En esto estaba ocupado cuando iba a Damasco con autorización y comisión de los principales sacerdotes.

  • Hechos 26:13

    En el camino a mediodía, oh rey, vi que desde el cielo una luz, más resplandeciente que el sol, alumbró alrededor de mí y de los que viajaban conmigo.

  • Hechos 26:14

    Habiendo caído todos nosotros a tierra, oí una voz que me decía en lengua hebrea: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¡Dura cosa te es dar coces contra el aguijón!”.

  • Hechos 26:15

    Entonces yo dije: “¿Quién eres, Señor?”. Y el Señor dijo: “Yo soy Jesús, a quien tú persigues.

  • Hechos 26:16

    Pero levántate y ponte sobre tus pies, porque te he aparecido para esto: para constituirte en ministro y testigo de las cosas que has visto de mí y de aquellas en que apareceré a ti.

  • Hechos 26:17

    Yo te libraré del pueblo y de los gentiles, a los cuales ahora yo te envío

  • Hechos 26:18

    para abrir sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios, para que reciban perdón de pecados y una herencia entre los santificados por la fe en mí”.

  • Hechos 26:19

    »Por lo cual, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial.

  • Hechos 26:20

    Más bien, primeramente a los que estaban en Damasco, y en Jerusalén y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, les he proclamado que se arrepientan y se conviertan a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

  • Hechos 26:21

    »A causa de esto, los judíos me prendieron en el templo e intentaron matarme.

  • Hechos 26:22

    Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, me he mantenido firme hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, sin decir nada ajeno a las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:

  • Hechos 26:23

    que el Cristo había de padecer, y que por ser el primero de la resurrección de los muertos, había de anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

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