• Jeremias 20:11

    Pero el SEÑOR está conmigo como poderoso adalid. Por eso los que me persiguen tropezarán y no prevalecerán. Serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán. Tendrán perpetua afrenta, que jamás será olvidada.

  • Jeremias 20:12

    Oh SEÑOR de los Ejércitos, que escudriñas a los justos y ves la conciencia y el corazón, deja que yo vea tu venganza contra ellos; porque ante ti he expuesto mi causa.

  • Jeremias 20:13

    Canten al SEÑOR, alaben al SEÑOR, porque ha librado el alma del necesitado de la mano de los malhechores.

  • Jeremias 20:14

    Maldito sea el día en que nací; no sea bendito el día en que mi madre me dio a luz.

  • Jeremias 20:15

    Maldito el hombre que dio a mi padre las nuevas, diciendo: “Un hijo varón te ha nacido”, causándole mucha alegría.

  • Jeremias 20:16

    Sea tal hombre como las ciudades que el SEÑOR desoló sin misericordia. Oiga alarma de mañana y gritos de guerra a mediodía;

  • Jeremias 20:17

    porque no me hizo morir en el vientre. Así mi madre hubiera sido mi tumba; su vientre hubiera quedado encinta para siempre.

  • Jeremias 20:18

    ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver sufrimiento y tormento? ¿Para que mis días se consuman en vergüenza?

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