• Jeremias 22:15

    ¿Acaso reinarás porque compites con cedro? ¿Acaso no comió y bebió tu padre, y practicó el derecho y la justicia, y entonces le fue bien?

  • Jeremias 22:16

    Él juzgó la causa del afligido y del necesitado; entonces le fue bien. ¿No es esto conocerme?, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 22:17

    Pero tus ojos y tu corazón no están puestos sino solo en tus ganancias deshonestas, en derramar sangre inocente, y en hacer agravio y extorsión”.

  • Jeremias 22:18

    Por tanto, así ha dicho el SEÑOR acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: “No lo lamentarán diciendo: ‘¡Ay, hermano mío!’ y ‘¡Ay, hermana mía!’. Ni lo lamentarán diciendo: ‘¡Ay, señor!’ y ‘¡Ay de su esplendor!’.

  • Jeremias 22:19

    Será enterrado con un entierro de asno, arrastrado y echado más allá de las puertas de Jerusalén.

  • Jeremias 22:20

    “Sube al Líbano y grita; en Basán haz oír tu voz; grita desde Abarim. Porque todos tus amantes han sido quebrantados.

  • Jeremias 22:21

    Te hablé en tu prosperidad, pero dijiste: ‘No escucharé’. Este ha sido tu camino desde tu juventud; que nunca has escuchado mi voz.

  • Jeremias 22:22

    El viento apacentará a todos tus pastores, y tus amantes irán en cautiverio. Ciertamente te avergonzarás y serás afrentado a causa de toda tu maldad.

  • Jeremias 22:23

    Habitaste en el Líbano; hiciste tu nido en los cedros. ¡Cómo gemirás cuando te vengan los dolores, angustia como la de la mujer que da a luz!

  • Jeremias 22:24

    “¡Vivo yo, dice el SEÑOR, que si tú, Joaquín hijo de Joacim, rey de Judá, fueras el anillo de sellar en mi mano derecha, aun de allí te arrancaría!

  • Jeremias 22:25

    Te entregaré en mano de los que buscan tu vida, en mano de aquellos cuya presencia temes, en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en mano de los caldeos.

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