• Jeremias 49:2

    Por tanto, he aquí, vienen días, dice el SEÑOR, en que haré oír grito de guerra en Rabá de los hijos de Amón. Será convertida en un desolado monte de escombros, sus aldeas arderán en el fuego, e Israel poseerá lo que tomaron de él, ha dicho el SEÑOR.

  • Jeremias 49:3

    “Lamenta, oh Hesbón, porque Hai es destruida. Griten hijas de Rabá, cíñanse con cilicio y hagan duelo, y deambulen por los vallados, porque Moloc va en cautividad junto con sus sacerdotes y oficiales.

  • Jeremias 49:4

    ¿Por qué te glorías de tus valles, de tu valle que fluye, oh hija descarriada que confías en tus tesoros? Dicen: ‘¿Quién vendrá contra mí?’.

  • Jeremias 49:5

    He aquí, de todos tus alrededores traeré terror sobre ti, dice el SEÑOR Dios de los Ejércitos. Serán empujados, cada uno delante de sí, y no habrá quien acoja al errante.

  • Jeremias 49:6

    “Después de esto restauraré de la cautividad a los hijos de Amón”, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 49:7

    En cuanto a Edom, así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: “¿Acaso no hay más sabiduría en Temán? ¿Ha perecido el consejo de los entendidos? ¿Se ha corrompido su sabiduría?

  • Jeremias 49:8

    “Huyan, vuelvan, habiten en lugares profundos, oh habitantes de Dedán; porque la ruina de Esaú traeré sobre él en el tiempo en que lo he de castigar.

  • Jeremias 49:9

    Si los vendimiadores vinieran contra ti, ¿no dejarían siquiera rebuscos? Si los ladrones vinieran de noche, destruirían solo lo que les bastara.

  • Jeremias 49:10

    Pero yo he despojado a Esaú; he dejado al descubierto sus escondrijos, y no podrá esconderse. Será destruida su descendencia; sus hermanos y sus vecinos dejarán de ser.

  • Jeremias 49:11

    Deja tus huérfanos; yo los mantendré con vida, y en mí confiarán tus viudas”.

  • Jeremias 49:12

    Porque así ha dicho el SEÑOR: “He aquí, los que no estaban sentenciados a beber de la copa, de todos modos la bebieron. Y tú, ¿serás absuelto del todo? ¡De ninguna manera serás absuelto, sino que ciertamente la beberás!

  • Jeremias 49:13

    Porque por mí mismo he jurado, dice el SEÑOR, que Bosra será convertida en horror, en oprobio, en ruina y en maldición. Todas sus ciudades serán convertidas en unas ruinas perpetuas”.

  • Jeremias 49:14

    He escuchado de parte del SEÑOR la noticia de que ha sido enviado un mensajero a las naciones, diciendo: “¡Reúnanse y vengan contra ella! ¡Levántense para la batalla!

  • Jeremias 49:15

    Porque he aquí que te empequeñeceré entre las naciones, y serás menospreciado entre los hombres.

  • Jeremias 49:16

    El terror que inspiras y la soberbia de tu corazón te han engañado, a ti que habitas en las hendiduras de la peña y que te has apoderado de la altura de la montaña. Aunque eleves tu nido como el águila, de allí te haré descender, dice el SEÑOR.

  • Jeremias 49:17

    “Edom será convertida en una desolación; todo el que pase por ella quedará horrorizado y silbará por causa de todas sus plagas.

  • Jeremias 49:18

    Como cuando fueron trastornadas Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, ha dicho el SEÑOR, no morará allí nadie ni la habitará hijo de hombre.

  • Jeremias 49:19

    He aquí que subirá como un león desde la espesura del Jordán, contra el pastizal perenne. Pero de pronto la haré correr de allí, y la encargaré a quien sea escogido. Porque, ¿quién es como yo? ¿Quién me convocará? ¿Quién será aquel pastor que pueda prevalecer delante de mí?”.

  • Jeremias 49:20

    Por tanto, oigan la decisión que el SEÑOR ha tomado contra Edom, los planes que ha hecho contra los habitantes de Temán: Ciertamente hasta los más pequeños del rebaño serán arrastrados; ciertamente su pastizal será devastado junto con ellos.

  • Jeremias 49:21

    La tierra temblará por el estruendo de su caída. Gritará, y su voz se oirá hasta el mar Rojo.

  • Jeremias 49:22

    He aquí que como águila subirá y remontará vuelo, y contra Bosra extenderá sus alas. En aquel día el corazón de los valientes de Edom será como el corazón de una mujer en angustia.

  • Jeremias 49:23

    En cuanto a Damasco: “Hamat y Arfad fueron avergonzadas, porque oyeron malas noticias. Se derritieron en un mar de ansiedad que no puede sosegarse.

  • Jeremias 49:24

    Damasco se debilitó, se volvió para huir, y el pánico se apoderó de ella. Angustia y dolores se apoderaron de ella, como de una mujer que da a luz.

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