• Job 2:1

    Aconteció cierto día que vinieron los hijos de Dios para presentarse ante el SEÑOR, y entre ellos vino también Satanás para presentarse ante el SEÑOR.

  • Job 2:2

    El SEÑOR preguntó a Satanás: — ¿De dónde vienes? Y Satanás respondió al SEÑOR: — De recorrer la tierra y de andar por ella.

  • Job 2:3

    El SEÑOR preguntó a Satanás: — ¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra: un hombre íntegro y recto, temeroso de Dios y apartado del mal; y que todavía se aferra a su integridad a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin motivo?

  • Job 2:4

    Y Satanás respondió al SEÑOR diciendo: — ¡Piel por piel! Todo lo que el hombre tiene lo dará por su vida.

  • Job 2:5

    Pero extiende, pues, tu mano y toca sus huesos y su carne, y verás si no te maldice en tu misma cara.

  • Job 2:6

    Y el SEÑOR respondió a Satanás: — He aquí, él está en tu poder; pero respeta su vida.

  • Job 2:7

    Entonces Satanás salió de la presencia del SEÑOR e hirió a Job con llagas malignas desde la planta de sus pies hasta su coronilla.

  • Job 2:8

    Tomaba un pedazo de tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de las cenizas.

  • Job 2:9

    Entonces su mujer le dijo: — ¿Todavía te aferras a tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!

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