- 
                
                Entonces Job respondió al SEÑOR y dijo: 
- 
                
                — Reconozco que tú todo lo puedes y que no hay plan que te sea irrealizable. 
- 
                
                “¿Quién es ese que encubre el consejo, con palabras sin entendimiento?”. Ciertamente dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí, las cuales jamás podré comprender. 
- 
                
                Escucha, por favor, y hablaré: “Yo te preguntaré, y tú me lo harás saber”. 
- 
                
                De oídas había oído de ti pero ahora mis ojos te ven. 
- 
                
                Por tanto, me retracto y me arrepiento en polvo y ceniza.  
- 
                
                Y aconteció, después que el SEÑOR habló estas palabras a Job, que el SEÑOR dijo a Elifaz el temanita: — Mi ira se ha encendido contra ti y tus dos compañeros porque no han hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job.  
- 
                
                Ahora pues, tomen para ustedes siete toros y siete carneros, vayan a mi siervo Job y ofrezcan holocausto por ustedes. Entonces mi siervo Job orará por ustedes, porque a él atenderé para no tratarles con afrenta. Porque no han hablado lo recto acerca de mí, como mi siervo Job. 
- 
                
                Entonces fueron Elifaz el temanita, Bildad el sujita y Zofar el namatita, e hicieron como el SEÑOR les había dicho. Y el SEÑOR atendió a Job. 
- 
                
                El SEÑOR restauró a Job, cuando él oraba por sus amigos, y aumentó el SEÑOR al doble todo lo que le había pertenecido a Job.  
- 
                
                Entonces vinieron a él todos sus hermanos, todas sus hermanas y todos los que le habían conocido antes, y comieron con él en su casa. Se compadecieron de él y lo consolaron por todo aquel mal que el SEÑOR había traído sobre él. Cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un pendiente de oro. 
- 
                
                El SEÑOR bendijo los últimos días de Job más que los primeros, y llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnos.  
- 
                
                Tuvo también siete hijos y tres hijas.  
- 
                
                A la primera le puso por nombre Jemima; el nombre de la segunda era Quesia, y el nombre de la tercera, Queren-hapuj.  
- 
                
                No había en toda la tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job, y su padre les dio herencia entre sus hermanos. 
- 
                
                Después de esto, Job vivió ciento cuarenta años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta cuatro generaciones.  
- 
                
                Y murió Job anciano y lleno de años.