• Job 31:29

    »¿Acaso me he alegrado por el infortunio del que me aborrece, o me regocijé cuando le alcanzó el mal?

  • Job 31:30

    Yo no he entregado mi boca al pecado pidiendo su vida con imprecación.

  • Job 31:31

    ¿Acaso los hombres de mi morada no decían: “No se podrá hallar a alguien que no se haya saciado con su carne”?

Continúa después de la publicidad