- 
                
                »Oh, si hubiese a su lado un ángel, un intercesor, uno entre mil, para declarar al hombre lo que le es recto, 
- 
                
                y que, al ser favorecido por la gracia, dijese: “Líbralo de descender a la fosa, pues le he hallado rescate”. 
            Continúa después de la publicidad