- 
                
                
— Reconozco que tú todo lo puedes y que no hay plan que te sea irrealizable.
             
                    - 
                
                
“¿Quién es ese que encubre el consejo, con palabras sin entendimiento?”. Ciertamente dije cosas que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí, las cuales jamás podré comprender.
             
                    - 
                
                
Escucha, por favor, y hablaré: “Yo te preguntaré, y tú me lo harás saber”.
             
                    - 
                
                
De oídas había oído de ti pero ahora mis ojos te ven.
             
                    - 
                
                
Por tanto, me retracto y me arrepiento en polvo y ceniza. 
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad