• Proverbios 5:11

    Entonces gemirás al final de tu vida, cuando tu cuerpo y tu carne se hayan consumido.

  • Proverbios 5:12

    Y dirás: “¡Cómo aborrecí la disciplina y mi corazón menospreció la reprensión!

  • Proverbios 5:13

    No escuché la voz de mis maestros, y a los que me enseñaban no incliné mi oído.

  • Proverbios 5:14

    Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación”.

  • Proverbios 5:15

    Bebe el agua de tu propia cisterna y de los raudales de tu propio pozo.

  • Proverbios 5:16

    ¿Se han de derramar afuera tus manantiales, tus corrientes de aguas por las calles?

  • Proverbios 5:17

    ¡Que sean para ti solo y no para los extraños contigo!

  • Proverbios 5:18

    Sea bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu juventud,

  • Proverbios 5:19

    como una preciosa cierva o una graciosa gacela. Sus pechos te satisfagan en todo tiempo y en su amor recréate siempre.

  • Proverbios 5:20

    ¿Por qué, hijo mío, andarás apasionado por una mujer ajena y abrazarás el seno de una extraña?

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