• Romanos 8:28

    Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito.

  • Romanos 8:29

    Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

  • Romanos 8:30

    Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.

  • Romanos 8:31

    ¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

  • Romanos 8:32

    El que no eximió ni a su propio Hijo sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente también con él todas las cosas?

  • Romanos 8:33

    ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? El que justifica es Dios.

  • Romanos 8:34

    ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, es el que también resucitó; quien, además, está a la diestra de Dios, y quien también intercede por nosotros.

  • Romanos 8:35

    ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligros, o espada?

  • Romanos 8:36

    Como está escrito: Por tu causa somos muertos todo el tiempo; fuimos estimados como ovejas para el matadero.

  • Romanos 8:37

    Más bien, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

  • Romanos 8:38

    Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni principados ni lo presente ni lo porvenir ni poderes

  • Romanos 8:39

    ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

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