• Salmo 116:3

    Me rodearon las ataduras de la muerte; me encontraron las angustias del Seol. En angustia y en dolor me encontraba.

  • Salmo 116:4

    Entonces invoqué el nombre del SEÑOR diciendo: “¡Libra, oh SEÑOR, mi vida!”.

  • Salmo 116:5

    Clemente y justo es el SEÑOR; sí, misericordioso es nuestro Dios.

  • Salmo 116:6

    El SEÑOR guarda a los ingenuos; estaba yo postrado, y él me salvó.

  • Salmo 116:7

    Vuelve, oh alma mía, a tu reposo porque el SEÑOR te ha favorecido.

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