• Salmo 116:5

    Clemente y justo es el SEÑOR; sí, misericordioso es nuestro Dios.

  • Salmo 116:6

    El SEÑOR guarda a los ingenuos; estaba yo postrado, y él me salvó.

  • Salmo 116:7

    Vuelve, oh alma mía, a tu reposo porque el SEÑOR te ha favorecido.

  • Salmo 116:8

    Porque tú has librado mi vida de la muerte, mis ojos de las lágrimas y mis pies de la caída.

  • Salmo 116:9

    Andaré delante del SEÑOR en la tierra de los vivientes.

  • Salmo 116:10

    Creí; por tanto, hablé estando afligido en gran manera.

  • Salmo 116:11

    Y dije en mi apresuramiento: “Todo hombre es mentiroso”.

Continúa después de la publicidad