• Salmo 119:97

    ¡Cuánto amo tu ley! Todo el día ella es mi meditación.

  • Salmo 119:98

    Por tus mandamientos me has hecho más sabio que mis enemigos, porque para siempre son míos.

  • Salmo 119:99

    He comprendido más que todos mis instructores porque tus testimonios son mi meditación.

  • Salmo 119:100

    He entendido más que los ancianos porque he guardado tus ordenanzas.

  • Salmo 119:101

    De todo mal camino contuve mis pies para guardar tu palabra.

  • Salmo 119:102

    No me aparté de tus juicios porque tú me has enseñado.

  • Salmo 119:103

    ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel en mi boca!

  • Salmo 119:104

    De tus ordenanzas adquiero inteligencia; por eso aborrezco todo camino de mentira.

  • Salmo 119:105

    Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino.

  • Salmo 119:106

    He jurado guardar tus justos juicios, y lo he de cumplir.

  • Salmo 119:107

    Oh SEÑOR, afligido estoy en gran manera; vivifícame conforme a tu palabra.

  • Salmo 119:108

    Sean agradables a ti, oh SEÑOR, las ofrendas de mi boca; y enséñame tus juicios.

  • Salmo 119:109

    De continuo está mi vida en peligro pero no me olvido de tu ley.

  • Salmo 119:110

    Los impíos me pusieron trampa pero no me desvié de tus ordenanzas.

  • Salmo 119:111

    Tus testimonios son mi heredad para siempre porque ellos son el gozo de mi corazón.

  • Salmo 119:112

    He inclinado mi corazón para poner por obra tus leyes de continuo y hasta el fin.

Continúa después de la publicidad