• Salmo 42:9

    Diré a Dios: “Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué he de andar enlutado por la opresión del enemigo?”.

  • Salmo 42:10

    Mientras mis huesos se quebrantan, mis enemigos me afrentan diciéndome cada día: “¿Dónde está tu Dios?”.

  • Salmo 42:11

    ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!

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