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Desde el extremo de la tierra clamaré a ti cuando mi corazón desmaye. Llévame a la roca que es más alta que yo
             
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porque tú me has sido refugio y torre fortificada delante del enemigo.
             
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Que yo habite en tu tabernáculo para siempre y me refugie al amparo de tus alas. Selah
             
            
    
    
    
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