- 
                
                
Por tu causa he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi cara.
             
                    - 
                
                
He venido a ser extraño a mis hermanos y extranjero para los hijos de mi madre.
             
                    - 
                
                
Pues el celo por tu casa me ha consumido, y las afrentas de los que te afrentan han caído sobre mí.
             
                    - 
                
                
Me afligí a mí mismo con ayuno; también esto me ha servido de afrenta.
             
                    - 
                
                
Además, me puse cilicio como vestido y llegué a servirles de refrán.
             
                    - 
                
                
Hablaban contra mí los que se sentaban en el tribunal, y los borrachos cantaban canciones contra mí.
             
            
    
    
    
            Continúa después de la publicidad