• Santiago 5:9

    Hermanos, no murmuren unos contra otros para que no sean condenados. ¡He aquí, el Juez ya está a las puertas!

  • Santiago 5:10

    Hermanos, tomen por ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del Señor.

  • Santiago 5:11

    He aquí, tenemos por bienaventurados a los que perseveraron. Han oído de la perseverancia de Job y han visto el propósito final del Señor, que el Señor es muy compasivo y misericordioso.

  • Santiago 5:12

    Pero sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra ni por ningún otro juramento. Más bien, sea su sí, sí; y su no, no, para que no caigan bajo condenación.

  • Santiago 5:13

    ¿Está afligido alguno entre ustedes? ¡Que ore! ¿Está alguno alegre? ¡Que cante salmos!

  • Santiago 5:14

    ¿Está enfermo alguno de ustedes? Que llame a los ancianos de la iglesia y que oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.

  • Santiago 5:15

    Y la oración de fe dará salud al enfermo, y el Señor lo levantará. Y si ha cometido pecados le serán perdonados.

  • Santiago 5:16

    Por tanto, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros de manera que sean sanados. La ferviente oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.

  • Santiago 5:17

    Elías era un hombre sujeto a pasiones igual que nosotros, pero oró con insistencia para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses.

  • Santiago 5:18

    Y oró de nuevo, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.

  • Santiago 5:19

    Hermanos míos, si alguno entre ustedes es engañado, desviándose de la verdad, y otro lo hace volver,

  • Santiago 5:20

    sepan que el que haga volver al pecador del error de su camino salvará su vida de la muerte y cubrirá una multitud de pecados.

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