• 2 Pedro 1:5

    Y por esto mismo, poniendo todo empeño, añadan a su fe, virtud; a la virtud, conocimiento;

  • 2 Pedro 1:6

    al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, perseverancia, a la perseverancia, devoción;

  • 2 Pedro 1:7

    a la devoción, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.

  • 2 Pedro 1:8

    Porque cuando estas cosas están en ustedes y abundan, no los dejarán estar ociosos ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

  • 2 Pedro 1:9

    Pues el que no tiene estas cosas es ciego y tiene la vista corta, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.

  • 2 Pedro 1:10

    Por eso, hermanos, procuren aun con mayor empeño hacer firme su llamamiento y elección, porque haciendo estas cosas no tropezarán jamás.

  • 2 Pedro 1:11

    Pues de esta manera les será otorgada amplia entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

  • 2 Pedro 1:12

    Por eso, siempre les traeré estas cosas a la memoria, aunque ustedes las saben y están afirmados en la verdad que está presente en ustedes.

  • 2 Pedro 1:13

    Pero considero justo estimularles la memoria entre tanto que estoy en esta mi morada temporal.

  • 2 Pedro 1:14

    Pues como sé que dentro de poco tengo que dejar mi frágil morada, como me lo ha declarado nuestro Señor Jesucristo,

  • 2 Pedro 1:15

    también procuraré con empeño que, después de mi partida, ustedes puedan tener memoria de estas cosas en todo momento.

  • 2 Pedro 1:16

    Porque les hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo no siguiendo fábulas artificiosas, sino porque fuimos testigos oculares de su majestad.

  • 2 Pedro 1:17

    Porque al recibir de parte de Dios Padre honra y gloria, desde la grandiosa gloria le fue dirigida una voz: “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”.

  • 2 Pedro 1:18

    Y nosotros oímos esta voz dirigida desde el cielo cuando estábamos con él en el monte santo.

  • 2 Pedro 1:19

    También tenemos la palabra profética que es aun más firme. Ustedes hacen bien en estar atentos a ella como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que aclare el día y el lucero de la mañana se levante en su corazón.

  • 2 Pedro 1:20

    Y hay que tener muy en cuenta, antes que nada, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,

  • 2 Pedro 1:21

    porque jamás fue traída la profecía por voluntad humana; al contrario, los hombres hablaron de parte de Dios siendo inspirados por el Espíritu Santo.

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