Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.

Doce es el número de las tribus, propio de la Iglesia: tres por cuatro: tres, lo divino, multiplicado por cuatro, el número para la extensión mundial. Doce por doce, fijeza y completitud: multiplicado por mil en 144.000. Mil implica el mundo perfectamente penetrado por lo divino; porque es diez, el número del mundo, elevado a la potencia de tres, el número de Dios.

De todas las tribus - 'de cada tribu:' no 144,000 de cada una, sino el total de los 12,000 de cada tribu.

Niños - 'hijos de Israel.' no hay objeción a que se signifique el Israel literal; porque, en gloria consumada, la Iglesia seguirá siendo "edificada sobre el fundamento de los (Doce) apóstoles (israelitas), siendo Jesucristo (un israelita) la principal piedra del ángulo". Los creyentes gentiles tendrán escrito el nombre de Jerusalén, como si tuvieran la ciudadanía celestial antitípica de la Jerusalén literal.

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