Como el lirio entre las espinas, así es mi amor entre las hijas.

Como el lirio entre las espinas, así (es) mi amor, Jesucristo a la Esposa. "Espinas", es decir, los malvados.

Hijas, de los hombres, no de Dios; no "las vírgenes", respondiendo en paralelismo a "espinas". 'Si eres el lirio de Jesucristo, ten cuidado de que la impaciencia, los juicios precipitados y el orgullo no te conviertan en una espina' (Lutero).

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