Oh Señor, tuya es la justicia, pero nuestra la confusión de rostros, como en este día; a los varones de Judá, a los moradores de Jerusalén, ya todo Israel, de cerca y de lejos, por todas las tierras adonde los has echado, por la rebelión con que se rebelaron contra ti.

Oh Señor, la justicia te pertenece a ti, pero a nosotros la confusión de rostros, como en este día;la vergüenza por nuestra culpa, traicionada en nuestro semblante, es lo que nos pertenece, como lo atestigua nuestro castigo "en este día".

A los varones de Judá... ya todo Israel, los de cerca y los de lejos. Por variados que fueran los castigos, algunos judíos no fueron arrojados tan lejos de Jerusalén como otros, todos por igual fueron partícipes de la culpa.

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