Y cuando Aarón la vio, edificó un altar delante de ella; y Aarón hizo pregonar, y dijo: Mañana es fiesta solemne para Jehová.

Aarón... construyó un altar delante de ella, 'como el que todavía existe delante de las fosas nasales de la esfinge' (Stanley, 'Jewish Church', p. 150).

Aarón hizo una proclamación ... Mañana es una fiesta para el Señor , no para Apis o para Osiris, como consagrado en su imagen, sino para Yahvé. Esta es una circunstancia notable, que confirma fuertemente la opinión de que no habían renunciado al culto de Yahvé, sino que, de acuerdo con las nociones egipcias, habían formado una imagen con la que estaban familiarizados, para que fuera el símbolo visible de la presencia divina.

Tal parece haber sido el punto de vista de Aarón, cuyo lenguaje en cualquier otra hipótesis es inexplicable. Pero sea lo que fuere lo que quiso decir, el pueblo lo consideraba un ídolo; y de ahí que se les condene severamente como culpables de un pecado grave en todas las partes de la Escritura en las que se hace alusión al becerro de oro.

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