Ahora pues, te ruego que des prenda a mi señor el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si puedes de tu parte poner jinetes sobre ellos.

Dar promesas, un desafío burlón. Sólo da la garantía de que puedes proporcionar hasta 2000 jinetes, y te daré 2000 caballos. Pero viendo que no tienes ni siquiera este pequeño número (nota), ¿cómo puedes hacer frente a las huestes de la caballería asiria? Los judíos trataron de suplir su debilidad en este 'brazo' de Egipto.

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