He aquí, éstos vendrán de lejos; y he aquí, éstos del norte y del occidente; y éstos de la tierra de Sinim.

He aquí, éstos vendrán de lejos... y éstos de la tierra de Sinim. Los árabes y otros asiáticos llamaban a China Sin, o Tchin: los chinos no tenían un nombre especial para sí mismos, sino que adoptaron el de la dinastía reinante o algunos títulos altisonantes. Esta visión de "Sinim" se adapta al contexto, que requiere que se signifique un pueblo "de lejos" y distinto de los "del norte y del oeste" (Gesenio).

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