Pero vosotros sois los que abandonáis a Jehová, los que olvidáis mi santo monte, los que preparáis mesa para esa tropa, y los que ofrecéis libación a ese número.

Pero vosotros (sois) los que ... olvidáis mi santo monte, Moriah, sobre el cual estaba el templo.

Que preparan una mesa para esa tropa, más bien, Gad, el dios babilónico de la fortuna, el planeta Júpiter que responde a Baal o Bel. Los árabes lo llamaban 'la Mayor Fortuna'; y el planeta Venus, que respondía a Meni, 'la Menor Fortuna' (Gesenio, Kimchi, etc.) [Así traducen el siríaco y la Vulgata, 'Fortunae'; la Septuaginta, también daimonioo; la caldea, a los ídolos]. Se ponían mesas para sus ídolos con toda clase de viandas (llamadas por los romanos en épocas posteriores lectisternia), y una copa que contenía una mezcla de vino y miel, en Egipto especialmente el último día del año (Jerónimo). El libro apócrifo de Bel y el Dragón (Isaías 65:3, etc.) menciona tales fiestas como ofrecidas a Bel.

Ofrenda de bebida, más bien, bebida mezclada.

Número, más bien, meniy (H4507) (de maanah (H4487) asignar, o número, al que alude ( Isaías 65:12 aludes).  El término árabe para destino es afín. Como diosa de la fortuna, se creía que numeraba los destinos de los hombres. Vitringa entiende que Gad es el sol, Meni la luna, o Astarté o Astarté (1 Reyes 11:33; Jeremias 7:18). El griego meen (G3375), un mes, o la luna, es afín. Buxtorf lo entiende como la versión inglesa, el "número" de las estrellas, que eran adoradas como dioses. Los árabes, justo antes de la época de Mahoma, adoraban a un ídolo. 'Manah'.

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