Mas ellos no me escucharon, ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz; hicieron peor que sus padres.

Endureció su cuello - ("Conozco ... tu cuello rígido", "Tu cuello es un tendón de hierro, y tu frente de bronce").

Peor que sus padres -  Él había dicho, "vuestros padres"; aquí Él dice, "sus padres"; el cambio a la tercera persona marca una creciente alienación de ellos. Ya no se dirige a sí mismos, ya que sería un desperdicio de palabras en el caso de rebeldes tan empedernidos.

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