He aquí vienen días, dice Jehová, en que castigaré a todos los circuncidados con los incircuncisos;

Castigaré a todos los que se circuncidan con los incircuncisos - más bien, 'todos los que se circuncidan en la incircuncisión' (Henderson). El hebreo es un término abstracto, no concreto, como traduce la versión inglesa, y como lo es el anterior "circuncidados". Las naciones especificadas, Egipto, Judá, etc., estaban exteriormente "circuncidadas", pero en el corazón eran "incircuncisas". Las naciones paganas estaban contaminadas, a pesar de su circuncisión literal, por la idolatría. Los judíos, con toda su gloria en sus privilegios espirituales, no eran mejores ("Quitad los prepucios de vuestro corazón;"  "circuncidados con la circuncisión hecha sin manos, despojándoos del cuerpo de los pecados de la carne"). Sin embargo, "Tú (Egipto) yacerás en medio de los incircuncisos", puede implicar que los egipcios eran incircuncisos; y es incierto, en cuanto a las otras naciones especificadas, si estaban circuncidadas en esa época temprana. Heródoto dice que los egipcios lo estaban; pero otros piensan que esto se aplica sólo a los sacerdotes y a otros que tenían un carácter sagrado, no a la masa de la nación; por lo que la versión inglesa puede estar en lo cierto  ( Romanos 2:28, pero el hebreo [bª`aarlaah] - literalmente, 'en,' o 'con el prepucio,' favorece la traducción 'circuncidados (exteriormente; pero permaneciendo todavía) con el prepucio' del corazón no quitado; reteniendo la carnalidad en el corazón aunque habiendo dejado a un lado su emblema carnal exterior).

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