(Era aquella María, la que ungió al Señor con ungüento, y le enjugó los pies con sus cabellos, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo.)

(Era aquella María que ungió al Señor con ungüento, y le secó los pies con sus cabellos, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo.) El hecho al que se hace referencia aquí, aunque no registrado por nuestro evangelista hasta, etc., era tan bien conocido en la enseñanza de todas las iglesias, según la predicción de nuestro Señor (ver la nota en), que aquí se alude a la anticipación, como la forma más natural de identificarla; y María es la primera nombrada, aunque la más joven, como la más distinguida de las dos. Ella "ungió al SEÑOR", dice el evangelista, inducida sin duda al uso de este término aquí, ya que estaba a punto de exhibirlo ilustremente como el Señor de la Vida.

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