Y dijeron: ¡Salve, rey de los judíos! y le hirieron con las manos.

Y dijo: ¡Salve, rey de los judíos! - rindiéndole un homenaje burlón en la forma utilizada al acercarse a los emperadores (ver también, sobre el mismo epíteto burlón, página 472).

Y lo hirieron con sus manos. Mateo dice que "le escupieron, y tomando la caña, le golpearon en la cabeza". El mejor comentario sobre estos detalles que afectan el alma, es cubrir el rostro de tristeza.

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